El control es la función
administrativa por medio de la cual se evalúa el rendimiento.
Para Robbins (1996) el
control puede definirse como "el proceso de regular actividades que
aseguren que se están cumpliendo como fueron planificadas y corrigiendo
cualquier desviación significativa" .
Sin embargo Stoner (1996) lo
define de la siguiente manera: "El control administrativo es el proceso
que permite garantizar que las actividades reales se ajusten a las actividades
proyectadas" (p.610)
Mientras que para Fayol,
citado por Melinkoff (1990), el control "Consiste en verificar si todo se
realiza conforme al programa adoptado, a las ordenes impartidas y a los
principios administrativos…Tiene la finalidad de señalar las faltas y los
errores a fin de que se pueda repararlos y evitar su repetición". (p.62).
Analizando todas las definiciones
citadas notamos que el control posee ciertos elementos que son básicos o
esenciales:
En primer lugar, se debe
llevar a cabo un proceso de supervisión de las actividades realizadas.
En segundo lugar, deben
existir estándares o patrones establecidos para determinar posibles
desviaciones de los resultados.
En un tercer lugar, el
control permite la corrección de errores, de posibles desviaciones en los
resultados o en las actividades realizadas.
Y en último lugar, a través
del proceso de control se debe planificar las actividades y objetivos a
realizar, después de haber hecho las correcciones necesarias.
En conclusión podemos
definir el control como la función que permite la supervisión y comparación de
los resultados obtenidos contra los resultados esperados originalmente,
asegurando además que la acción dirigida se esté llevando a cabo de acuerdo con
los planes de la organización y dentro de los límites de la estructura
organizacional
Importancia
Del Control Dentro Del Proceso Administrativo
El control se enfoca en evaluar y corregir el
desempeño de las actividades de los subordinados para asegurar que los
objetivos y planes de la organización se están llevando a cabo.
De aquí puede deducirse la gran importancia que tiene el control, pues es solo
a través de esta función que lograremos precisar si lo realizado se ajusta a lo
planeado y en caso de existir desviaciones, identificar los responsables y
corregir dichos errores.
Sin embargo es conveniente recordar que no debe existir solo el control a
posteriori, sino que, al igual que el planteamiento, debe ser, por lo menos en
parte, una labor de previsión. En este caso se puede estudiar el pasado para
determinar lo que ha ocurrido y porque los estándares no han sido alcanzados;
de esta manera se puede adoptar las medidas necesarias para que en el futuro no
se cometan los errores del pasado.
Además siendo el control la última de las funciones del proceso administrativo,
esta cierra el ciclo del sistema al
proveer retroalimentación respecto
a desviaciones significativas contra el desempeño planeado. La
retroalimentación de información pertinente
a partir de la función de control puede afectar el proceso de planeación.
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